Tras
la humillante derrota ante el Éibar no basta con reconocer donde
estamos, hay que exigir a la plantilla que cumpla sin esconder la cabeza
bajo tierra.
El sábado “El Éibar corrió a ganas al Valencia ”
En la previa al partido de la 1ª Jornada Liga 2016-2017, un 22 de agosto, decíamos:
En la previa al partido de la 1ª Jornada Liga 2016-2017, un 22 de agosto, decíamos:
“Las nuevas incorporaciones deben dar un nuevo aire a este Valencia, Nani, Medrán, Suarez, Montoya, junto a los jugadores de la cantera Antonio Latorre Grueso (Lato) y Carlos Soler, y los recuperados Federico Nicolás, Zakaria Bakkali, seguro que cambiarán la cara del Valencia CF”.
Y ciertamente el Valencia CF en toda la primera vuelta ha cambiado la cara, pero, claro está, no hacia el camino que la afición deseaba.
En el camino han quedado dos entrenadores y una plantilla hundida en la más profunda de las depresiones.
Hemos empezado la segunda vuelta y, a pesar de algunos suspiros, el panorama sigue sin cambiar.
La permanencia
En la rueda de prensa del sábado, después del humillante 0-4 ante el Éibar, el entrenador insistía ante los medios que el único objetivo del Valencia CF para esta temporada es luchar, amargamente, por conseguir la permanencia.
Queremos suponer que a estas alturas todo el cuerpo técnico y directiva de la entidad, capitaneada por Anil Murthy , habrán puesto los mimbres para analizar los problemas que tiene el club, y sobre todo, los problemas que tiene con el vestuario.
Como bien decía Voro,
todavía quedan 18 partidos para enderezar la situación. Y se mostraba
confiado en "su" plantilla a la que defendia ante cualquier duda.
La plantilla del Valencia CF
es la cuarta más cara de la Liga, pero esto solamente indica dos
cosas, que se ha invertido muy mal, y/o que quien está al cargo del
estado anímico de los jugadores no ha sabido revertir sus sentimientos.
Viendo
el partido del sábado se notaba una gran tensión en los jugadores, que
se detecta fácilmente en la disputa de los balones, que siempre quedaba
del lado del conjunto visitante.
Desde
hace ya algunos partidos da la sensación de que ninguno quiere ser
considerado titular para no tener que dar la cara en el terreno de
juego. Nos negamos a querer percibir esa sensación de provocar la
auto-expulsiones para no estar en el próximo partido y no hacer el
ridículo, pero realmente la situación anímica es inquietante.
Hemos
perdido la capacidad de presionar al contrario, de robar balones, de
desmarque, de querer recibir el balón e incluso, y esto es síntoma de
atonía, la velocidad. El sábado “nos corrieron a ganas”.
Son
cosas que nos parecen básicas en un juego colectivo y, como en algún
momento lo hemos tenido, debería ser fácil de recuperar.
El Éibar, como Las Palmas o Celta,
nos demostró que esto, con trabajo, se puede hacer, y que revertir la
situación solo es cuestión de trabajo físico y mental del vestuario. En
este momento no vemos otra manera, sabemos que hay plantilla para salir
de este estado, solo queda encontrar el camino para espantar “los demonios”.
Agencia Nuevas Dimensiones